EDUCACIÓN CANINA EN POSITIVO

Mucha gente piensa que la educación canina en positivo consiste en estar dando premios continuamente, y esto no es cierto. Sí que es verdad que nos aprovechamos de los premios como una herramienta más, para ayudar al perro a entender qué es lo que queremos. Pero de lo que se trata es de COMUNICACIÓN.

La educación canina en positivo va más allá que la educación tradicional. Nos preocupamos, entre otras cosas, en conocer el lenguaje canino, sus señales corporales, y nos aprovechamos de este conocimiento.

La educación canina en positivo está basada en el RESPETO y la EMPATÍA.

Nosotros estamos convencidos de que es fundamental que el perro y su dueño establezcan una relación basada en el respeto y la comunicación. La mejor manera de evitar problemas de comportamiento es prevenirlos y enseñar a nuestros cachorros la manera correcta de comportarse. Los perros están en continuo proceso de aprendizaje, van creando asociaciones con los estímulos que reciben y con sus consecuencias.



Trabajar en positivo significa responsabilidad por parte del dueño para implicarse en el proceso de aprendizaje. Cuando trabajamos en positivo nos preocupamos por conocer a nuestro perro, intentamos trabajar en equipo, desarrollando la empatía, con lo que es inevitable crear un vínculo entre el perro y su propietario.

 Debemos ayudar al perro a que nos entienda. Con los métodos aversivos corremos el riesgo de gran cantidad de efectos secundarios, entre ellos una generalización inadecuada ante estímulos, aumento de estrés, miedos, pérdida de iniciativa… 

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